Para el año 2024, la captura del stock del calamar gigante no debe exceder los 82.9 millones de individuos (F2/3), o sea unas 499 mil toneladas

Informe sobre el calamar gigante o pota Dosidicus gigas en aguas peruanas

INFORME TECNICO

INDICADORES BIOLÓGICOS, PESQUEROS Y POBLACIONALES DEL CALAMAR GIGANTE Dosidicus gigas Y PERSPECTIVAS DE PESCA PARA EL 2024

1.- MARCO REFERENCIAL

La pesquería del calamar gigante o pota Dosidicus gigas en aguas peruanas se viene realizando desde 1991. Contó con la participación de una flota industrial de bandera extranjera, que operó hasta el 2011, y de una flota artesanal nacional, que viene operando desde 1999. Esta última flota ha devenido en mayor importancia en los últimos años generando divisas para el país y fuentes de trabajo en beneficio de las poblaciones de pescadores artesanales en el litoral peruano.

El presente informe analiza información biológica y pesquera de D. gigas y alcanza el estado poblacional del recurso calamar gigante o pota en el mar peruano durante el 2023, y se presentan las perspectivas de su explotación para el 2024.

2.- MATERIALES Y MÉTODOS

2.1.- Área de estudio y evaluación

El área de evaluación está comprendida entre la frontera norte y sur peruana, con una extensión longitudinal hasta las 200 mn (Figura 1).

Figura 1. Área de evaluación del calamar gigante. La línea azul (200 mn) delimita el dominio marítimo peruano.

2.2.- Base de datos

Para la caracterización de la pesquería y estimación de indicadores poblacionales del calamar gigante se utilizaron tres fuentes de información:

a) La primera fuente, los desembarques oficiales anuales alcanzado por PRODUCE.

b) La segunda, datos de captura y esfuerzo registrados por la Oficina de Pesca Artesanal de IMARPE.

c) Y la tercera, datos biológicos registrados por el IMARPE a través del monitoreo a bordo y seguimiento de la flota artesanal calamarera.

3.- RESULTADOS

3.1.- Desembarques

Los desembarques de calamar gigante en la pesquería artesanal durante el periodo 1999-2023 han variado entre 53.794 y 621.850 t. Los desembarques presentaron una rápida tendencia creciente hasta el 2008, año en el que se alcanzó el primer pico de desembarque. Posterior al 2008 se observan variaciones interanuales con picos de desembarque en el 2014 y 2019, con un descenso entre los años 2016 y 2018. Durante el periodo enero-diciembre de 2023, el desembarque fue de 621.850 t, siendo el valor máximo histórico (Figura 2)

Figura 2. Desembarque (t) anual de calamar gigante realizado por la flota artesanal durante el periodo 1999-2023 (Fuente: PRODUCE).

3.2.- Zonas de pesca

En el 2023, durante los meses de enero y febrero, la flota artesanal calamarera operó ampliamente a lo largo de todo el litoral principalmente dentro de las 100 mn. Durante estos meses, las mayores capturas se realizaron en el litoral norte entre Punta La Negra y Malabrigo y, secundariamente, frente a Huarmey. De marzo a agosto, la flota artesanal laboró principalmente entre Huarmey y Punta Sal, desplazándose espacialmente hacia el norte conforme avanzaba los meses.

Posteriormente, entre los meses de setiembre y diciembre, la flota se concentró al norte, entre  Punta Sal y Punta La Negra. Al igual que en los primeros meses, la pesca se realizó principalmente dentro de las 100 mn. En el litoral sur, de marzo a diciembre, las operaciones de pesca fueron mínimas y se localizaron al sur del grado 16°S (Figura 3).

Figura 3. Zonas de pesca del calamar gigante en el litoral peruano durante enero-diciembre 2023 (Fuente: IMARPE - ROSPAS - Oficina de Pesca Artesanal - Información para uso científico).

3.3.- Pesos medios

La variación de los pesos medios anuales del calamar gigante en aguas peruanas ha presentado 2 periodos en los que se diferencian ejemplares de alrededor de 15 kg, previo al año 2012, y ejemplares con un peso menor, de alrededor de 6-7 kg posterior a este año. Esto se relacionó con el Índice de Oscilación Peruana (IOP), que representa la variación a largo plazo de la temperatura superficial del mar (TSM) a nivel costero (Purca, 2005). Los calamares de mayores pesos promedio predominaron en periodos de anomalías negativas de la TSM, asociados a Aguas Costeras Frías (ACF) altamente productivas, mientras que los de menores pesos promedio predominaron en periodos con anomalías positivas asociadas a Aguas Subtropicales Superficiales (ASS) de menor productividad. El aumento del peso medio en los últimos años 2019-2023, se observa paralelamente a cambios en el IOP (Figura 4).

Figura 4. Pesos medios anuales relativos del calamar gigante y la variación interanual del IOP en el periodo 2000-2023 en aguas peruanas.

3.4.- Captura por unidad de esfuerzo (CPUE)

En la Figura 5, se observan las series de CPUE, tanto en peso como en número, estimadas para el periodo analizado (2000-2023). Se observa que la CPUE en peso presenta marcada tendencia negativa desde el 2010, variación explicada por los cambios suscitados en la capturabilidad del recurso, debido a la ampliación del área de distribución, lo que conllevo a un progresivo aumento del esfuerzo de pesca (incremento en la duración de los viajes de pesca). Sin embargo, al considerar el indicador en número de ejemplares por día efectivo de pesca, se observa que la tendencia es menos pronunciada, debido a la corrección realizada mediante el uso del peso medio anual. Esta estrategia fue considerada como la más adecuada, considerando el amplio rango de tallas, su rápido crecimiento y las variaciones temporales en la talla de madurez debido a su alta plasticidad fenotípica en respuesta a cambios ambientales.

Figura 5. Captura por unidad de esfuerzo en peso y número del calamar gigante Dosidicus gigas durante el periodo 2000-2023.

3.5.- Índice de cobertura

El índice de cobertura, definido como el porcentaje de área de pesca que cubre la flota cada mes en relación con el área total de distribución histórica, exhibe dos etapas marcadas en la dinámica de la flota artesanal calamarera. La primera, del 2000 al 2010, muestra bajos valores en el índice de cobertura, indicando una mayor concentración de las operaciones de pesca. Posteriormente, en el segundo periodo, de mediados del 2010 hasta la actualidad, la flota artesanal exhibe un notorio cambio en la cobertura de sus zonas de pesca dispersándose y cubriendo una mayor área, invirtiendo mayores tiempos de navegación para la búsqueda del recurso (Figura 6).

En el periodo 2020-2021, se observó un descenso en el índice de cobertura atribuido a la poca disponibilidad de datos georreferenciados a causa de la pandemia de la COVID-19.

Figura 6. Índice de cobertura de la flota artesanal que captura calamar gigante Dosidicus gigas en aguas jurisdiccionales peruanas en el periodo 2000-2023. En recuadro rosado indica los años en los que se dio la pandemia de la COVID-19.

3.6.- Evaluación poblacional

De la aplicación del modelo de evaluación descrito en la Sección 2.4, se observa el ajuste del modelo a los valores de CPUE (Figura 7). Este modelo consigue replicar la variación de la CPUE, cuya mayor proporción de valores se mantienen dentro de los intervalos de credibilidad estimados.

Figura 7. Ajuste del modelo de evaluación a la CPUE del calamar gigante Dosidicus gigas. 2000 –2023

Los parámetros derivados del ajuste del modelo son mostrados en la Tabla 1, con tasa de crecimiento poblacional (r) estimado en 0,99 año-1, capacidad de carga (K) en 376 855 millones de  individuos, la relación entre de la biomasa estimada para el 2000 y la capacidad de carga (psi) en 0,472. Asimismo, se estimó el coeficiente de capturabilidad en 1,55e-4

De los resultados obtenidos, se observa que la abundancia estimada para el último año del periodo evaluado, se encuentra a un nivel equivalente al del valor de referencia NMRS (Abundancia al Máximo Rendimiento Sostenible), manteniendo una situación similar a la observada desde el 2020 (Figura 8). Respecto de la mortalidad por pesca, se encontraría levemente por debajo del valor de la mortalidad por pesca para el Máximo Rendimiento Sostenible (FMRS) (Figura 8).

Figura 8. Variación de la abundancia, mortalidad por pesca, N/NMRS y F/FMRS estimada para el calamar gigante Dosidicus gigas (la incertidumbre asociada a las estimaciones está representadas por el área en color gris). 

La relación entre la biomasa y la mortalidad por pesca estimada para el stock del calamar gigante, muestra signos propios de una población en situación de plena explotación, con aproximadamente un 58,2% de probabilidad de encontrase en la zona verde (Figura 9) y un 25,7% de encontrarse en los sectores de alerta.

Figura 9. Kobe-plot derivado del modelo de evaluación para el calamar gigante Dosidicus gigas

Los puntos biológicos de referencia estimados como el Máximo Rendimiento Sostenible (MRS), y la mortalidad por pesca al MRS que se muestran en la Tabla 2, y deben ser considerados como puntos de referencia límite (Mace, 2001). Bajo este contexto, adicionalmente se estimaron puntos de referencia alternativos y de menor riesgo como el F0.1 y el rendimiento a este nivel de pesca Y(F0.1).

Asimismo, se ha considerado el nivel de captura de 2/3 FMRS (dos tercios de la mortalidad por pesca a nivel de MRS) (Caddy y Mahon, 1995), que se basa en el criterio de reducir significativamente el esfuerzo de pesca sin afectar significativamente el MRS.

3.7.- Análisis de riesgo

En base al vector de abundancias para el último año y los vectores de los parámetrosr y K estimados por el modelo, se realizaron simulaciones utilizando diferentes niveles de captura, entre los cuales se consideraron los puntos biológicos de referencia como el MRS, la mortalidad por pesca al F0.1 y la mortalidad por pesca a los 2/3 del MRS (2/3FMSY). Teniendo en cuenta el escenario actual, donde el stock del calamar gigante se encuentra en situación de plena explotación, se realizó un análisis de riesgo a corto plazo, donde se expresa el riesgo de que la abundancia del año siguiente sea menor que la abundancia actual. En este contexto el asumir un riesgo por debajo del 50% es lo más recomendado (Haddon, 2011).

Para la conversión de número de individuos (abundancia) a unidades de peso (biomasa), se empleó un enfoque precautorio, mediante el uso del peso promedio de los últimos 5 años, el cual fue estimado en 6,02 kg (Tabla 3).

4.- DISCUSIÓN

Según Rodhouse (2008), las poblaciones de calamares ommastréfidos (por ejemplo, Illex argentinus, Illex illecebrosus, Todarodes pacificus, Todarodes sagittatus y Dosidicus gigas) durante las 4 últimas décadas han mostrado contracciones y expansiones poblacionales, generando pesquerías muy variables con periodos de auge y caídas, que se deberían a: (1) efectos directos de la variabilidad ambiental; (2) cambios en la disponibilidad de presas, especialmente en las primeras etapas de vida; (3) cambios en la depredación, enfermedades y parasitismo; y (4) la explotación de peces depredadores que podrían reducir la presión de depredación, y por lo tanto crear nichos vacíos en los que podrían expandirse, los cuales son considerados como ecológicamente oportunistas y de corta vida. Sin embargo, por las características eurioicas de D. gigas, la dificultad de identificar el o los factores clave de las relaciones recurso-ambiente, impiden entender y explicar tanto la variabilidad de su estructura demográfica, como su accesibilidad, disponibilidad y vulnerabilidad a la flota pesquera (Guevara-Carrasco et al., 2018).

Desde el 2010, se evidencia un cambio en la disponibilidad y accesibilidad del recurso a la flota pesquera artesanal, lo cual se observa por la variabilidad en la cobertura de las zonas de pesca (Figura 6) y en el aumento en la duración de los viajes, indicando la dispersión del recurso posiblemente asociada a un cambio en el ecosistema marino peruano y, en consecuencia, cambiando la tendencia en la CPUE (Figura 5). Entendemos que los bajos valores de CPUE estimados en el 2020 y 2021 han sido subestimados debido a una disminución en la cobertura de los registros de captura y esfuerzo a causa de la Pandemia COVID-19.

Por otro lado, los desembarques del calamar gigante en aguas peruanas desde 1991 (inicios de la pesquería) hasta el presente han mostrado dos periodos de abundancia (Csirke, 2018). El primero, en los años 90, con predominio de calamares de madurez a tamaños medianos, y un segundo en los 2000, con predominio de calamares de madurez a tamaños grandes. Debido a eso es que se ha propuesto la existencia de hasta 3 fenotipos en esta población, según lo descrito por Nigmatullin et al. (2001). Durante el primer periodo, los desembarques no superaron las 210 mil toneladas, probablemente en parte por el desconocimiento de la abundancia potencial del recurso; asi como, por el sistema de ordenación predominante, presentaron un pico en el año 1994, y baja abundancia en los años 1996 (La Niña) y 1997-1998 (El Niño). Después de este periodo, los desembarques se incrementaron rápidamente alcanzando valores mayores a las 500 mil toneladas en 2008 y 2014.

Este incremento se debería a las características del calamar gigante (corta vida, rápido crecimiento, alta resiliencia y amplia variabilidad fenotípica) aunadas a las condiciones ambientales favorables para esta especie y a que el acceso a la pesquería fue libre.

En el 2023, la flota artesanal mostró cambios en la distribución de las zonas de pesca (Figura 3), concentrándose en la zona norte progresivamente hacia el segundo semestre del año, debido a la dispersión del recurso en sus zonas habituales de pesca, coincidiendo con la evolución del evento El Niño Costero 2023 (ENFEN Nota de prensa 02-2023). Sin embargo, mediante las imágenes satelitales del monitoreo de embarcaciones calamareras, procesadas por el Área Funcional de Sensoramiento Remoto (AFSR) del IMARPE (https://satelite.imarpe.gob.pe/#/), se evidenció la presencia de una flota industrial extranjera en latitudes entre los grados 12° - 20° S en aguas  internacionales frente a las costas peruanas, la cual presentó áreas de pesca reducidas y restringidas principalmente en zonas aledañas al mar peruano, y en menor proporción en el extremo noroeste de la distribución de D. gigas. Esto pudo indicar la presencia de esta especie en áreas alejadas, no estando disponible a la flota artesanal nacional del sur y probablemente conllevando a un cambio en la especie objetivo de pesca, a especies que presentaron mayor disponibilidad frente a las condiciones ambientales favorables, como el perico Coryphaena hippurus.

Los cambios en las poblaciones biológicas no solo se dan durante periodos anuales asociados a eventos cálidos o fríos, como El Niño o La Niña, sino que existen cambios relacionados a periodos más largos como cambios decadales. En ese sentido, si consideramos las variaciones del Índice de Oscilación Peruana (IOP), se explicarían los cambios observados después del 2010 (tendencia decreciente de la CPUE y menor disponibilidad del recurso) como asociados a esta variabilidad de mayor escala temporal. Asimismo, estas variaciones también se han manifestado en la disminución de los pesos medios individuales de la pota, disponibles a la flota peruana. Previo al 2012, se observaron ejemplares con pesos alrededor de 15 kg, mientras que, en años más recientes, el peso promedio disminuyó alrededor de 6 kg (Figura 4). Por lo tanto, las respuestas biológicas (variación en los tamaños de madurez, concentración/dispersión), poblacionales (auges y caídas, contracciones y expansiones) y pesqueros (autonomía de navegación, capacidad de bodega) observados desde los inicios de la pesquería de D. gigas en aguas peruanas, estarían en buena parte relacionados a cambios en el ambiente.

Considerando lo mencionado en párrafos anteriores, las proyecciones de pesca para el calamar gigante en aguas peruanas están basadas en la mejor información pesquera, biológica y ambiental posible. En este contexto, se incorporó el cambio en la capturabilidad del recurso a través de la estandarización del esfuerzo pesquero (descrito en la Sección 2.3), lo cual permitió estimar los niveles poblacionales disponibles del calamar gigante para el mar peruano, con un máximo rendimiento sostenible de 93,3 millones de individuos, el cual debe considerarse como punto de referencia límite (Caddy y Mahon, 1995). Además, considerando la necesidad de establecer un manejo que contribuya al aprovechamiento del calamar gigante de manera sostenible, y teniendo en cuenta las tendencias de indicadores pesqueros y biológicos durante los últimos años, pronósticos climáticos y los principios ecosistémicos de ordenación de la pesca, se recomienda como objetivo un nivel de pesca permisible asociado al Punto de Referencia 2/3 FMRS (Tabla 3).

De acuerdo a la relación probabilística entre la biomasa y la mortalidad por pesca, el estado de explotación de la pota para el 2023 tiene aproximadamente el 58.2% de probabilidad de estar plenamente explotado y un 41.8% de estar en niveles de sobrepesca (Figura 9). Por ello, se hace evidente la necesidad de adoptar medidas precautorias para el año 2024. En este sentido, es imperativo evitar exceder el Límite Máximo de Captura Total Permisible (LMCTP) para preservar la sostenibilidad del recurso. En este contexto y basándonos en los datos analizados, se estima que para el año 2024, la captura del stock del calamar gigante no debe exceder los 82.9 millones de individuos (F2/3), teniendo en cuenta un peso promedio precautorio de 6.02 kg, que equivale a 499 mil toneladas. Es importante destacar que esta proyección de captura estaría sujeta a posibles modificaciones en función de la evolución del clima y la respuesta del recurso.

Por lo tanto, se espera que todas las partes involucradas en la pesca del calamar gigante actúen con responsabilidad y cautela, ajustando las prácticas de pesca conforme a los límites establecidos y manteniéndose atentos a posibles cambios en las condiciones climáticas que puedan afectar la disponibilidad y la salud del stock.

Por lo antes expuesto es fundamental destacar que, ante la incertidumbre evidente, resulta imperativo llevar a cabo un crucero de investigación del calamar gigante en las aguas del dominio marítimo peruano. El propósito primordial de esta empresa es recabar indicadores biológicos y pesqueros de este recurso marino, procedentes de una fuente independiente con respecto a la actividad pesquera.

5.- CONCLUSIONES

1. Los desembarques de calamar gigante en aguas peruanas han experimentado fluctuaciones significativas desde 1999 hasta 2023, con notables picos en 2008, 2014 y 2019. Estos desembarques alcanzaron su máximo histórico en 2023, indicando una dinámica cambiante en la disponibilidad del recurso. La distribución espacial de la flota artesanal también ha mostrado cambios, con una mayor concentración en el litoral norte hacia finales de 2023, posiblemente influenciada por eventos climáticos como el El Niño Costero.

2. Se observa una disminución en los pesos medios del calamar gigante en aguas peruanas, posiblemente asociada a cambios en la temperatura superficial del mar y la disponibilidad de presas. La CPUE en peso muestra una tendencia negativa desde 2010 debido a cambios en la capturabilidad del recurso y un aumento en el esfuerzo de pesca. Sin embargo, al considerar la CPUE en número de ejemplares por día efectivo de pesca, la tendencia es menos pronunciada.

3. El modelo de evaluación poblacional indica que la abundancia del calamar gigante se mantiene en niveles comparables al Máximo Rendimiento Sostenible (MRS) para el período evaluado. Sin embargo, el análisis de riesgo muestra que existe un riesgo considerable de reducción en la abundancia si se excede cierto nivel de captura. Por ello no debe sobrepasarse en el presente año 2024, el Punto Biológico de Referencia (PBR) de F2/3MRS.

4. Las fluctuaciones observadas en los desembarques, la distribución espacial y la abundancia del calamar gigante destacan la necesidad de una gestión pesquera adaptativa y precautoria. Para ello se debe seguir monitoreando de cerca las tendencias del recurso, ajustar las prácticas de pesca conforme a los límites establecidos y mantener una atención constante a los cambios en las condiciones climáticas que puedan afectar la disponibilidad y la salud del stock.

5. Ante la incertidumbre sobre el estado de explotación de la pota, es crucial obtener los recursos para realizar un crucero de investigación del calamar gigante en aguas peruanas para obtener indicadores biológicos y pesqueros de manera independiente.

Fuente: IMARPE

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