Análisis sobre la economía pesquera mundial en profundidad

FAO: GLOBEFISH destaca la segunda edición de 2024

MUNDIAL
Tuesday, July 16, 2024, 06:50 (GMT + 9)

La confianza del consumidor sigue siendo pobre a pesar de las mejores perspectivas económicas tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea

En los años 2021 a 2023 se registraron las tasas de inflación más altas en décadas y, aunque el crecimiento económico y el empleo han superado las expectativas, la confianza de los consumidores sigue afectada por las preocupaciones sobre la disminución del poder adquisitivo. Este sentimiento de cautela ha repercutido especialmente en la demanda de productos pesqueros, y muchos han optado por otras fuentes de proteínas, a menudo más baratas. El índice de precios del pescado (IPF) de la FAO se mantuvo estable en 119 puntos en febrero de 2024, lo que indica un equilibrio entre los precios elevados de los productos de la pesca de captura y los precios promedio más bajos de los productos de la acuicultura. En particular, los precios del camarón cultivado han caído considerablemente, marcando una disminución del 31 por ciento durante la última década.

Economía pesquera mundial

Creciente incertidumbre para el comercio global

El 29 de marzo de 2024, el gobierno de los Estados Unidos de América (Estados Unidos) promulgó medidas restrictivas del comercio adicionales sobre bienes procedentes de China, imponiendo una serie de regulaciones y aranceles a diversos productos. Si bien estas nuevas restricciones se limitan actualmente al aluminio, las baterías, los vehículos eléctricos, los equipos médicos, los paneles solares y el acero, existe una ansiedad generalizada de que las consecuencias sean mucho más amplias y socaven el actual sistema de comercio mundial.

Esta acción ciertamente marca la última y una de las escaladas más significativas en la actual competencia de ojo por ojo que ha llegado a definir el conflicto comercial entre Estados Unidos y China. A partir de 2018, se han aplicado aranceles de hasta el 25 por ciento sobre el pescado y los productos pesqueros en el comercio bilateral tanto de los Estados Unidos de América como de China. La perturbación del comercio mundial de productos pesqueros ha sido marcada y sigue sintiéndose profundamente. Los aranceles y las medidas de represalia impuestas por ambos países han provocado un aumento de los costos y un acceso reducido al mercado para los exportadores e importadores de productos del mar.

Los productores de productos pesqueros estadounidenses, en particular los que comercializan productos de alto valor como la langosta y el salmón, han enfrentado fuertes caídas en la demanda china debido a los elevados aranceles, lo que los obligó a buscar mercados alternativos y absorber pérdidas financieras. Por el contrario, la industria procesadora de China, que importa grandes volúmenes de pescado capturado en Estados Unidos para procesarlo y reexportarlo, ha experimentado interrupciones en la cadena de suministro. Esta tensión geopolítica ha provocado un realineamiento en las rutas comerciales globales, y ambos países buscan diversificar sus socios comerciales y reducir la dependencia mutua.

Los pronósticos indican que la producción mundial de pescado superará los 190 millones de toneladas en 2024, la acuicultura contribuirá con más de 100 millones de toneladas por primera vez y la pesca de captura se mantendrá por debajo de los 90 millones de toneladas. Se prevé que la pesca de captura experimente un modesto aumento del 0,2 por ciento con respecto a los niveles de 2023, beneficiándose del alivio de las condiciones de El Niño que han aliviado las presiones sobre las principales poblaciones de peces. Se espera que la mejora de las cuotas para especies importantes como la anchoveta peruana, históricamente la pesquería más grande del mundo, y el colín de Alaska, la segunda en volumen, aumenten considerablemente su oferta. Sin embargo, las cuotas reducidas para otras pesquerías importantes, particularmente el bacalao y el atún, significan que las capturas globales se mantendrán en gran medida estables. Mientras tanto, se pronostica que la producción acuícola crecerá un 3,3 por ciento a 100,8 millones de toneladas, impulsada por mayores producciones de camarones de cultivo y aumentos modestos de ostras, carpas y tilapias.

La confianza del consumidor sigue siendo pobre a pesar de las mejores perspectivas económicas tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea.

En los años 2021 a 2023 se registraron las tasas de inflación más altas en décadas y, aunque el crecimiento económico y el empleo han superado las expectativas, la confianza de los consumidores sigue afectada por la preocupación por la disminución del poder adquisitivo. Este sentimiento de cautela ha repercutido especialmente en la demanda de productos pesqueros, y muchos han optado por otras fuentes de proteínas, a menudo más baratas. El índice de precios del pescado (IPF) de la FAO se mantuvo estable en 119 puntos en febrero de 2024, lo que indica un equilibrio entre los precios elevados de los productos de la pesca de captura y los precios promedio más bajos de los productos de la acuicultura. En particular, los precios del camarón cultivado han caído considerablemente, marcando una disminución del 31 por ciento durante la última década.

La disparidad entre los precios de la pesca de captura y de la acuicultura ha tenido distintos impactos en el comercio mundial. Los precios más bajos de los productos acuícolas han resultado en una disminución prevista del 1 por ciento en los valores del comercio mundial para 2024, que asciende a 183 300 millones de dólares, y se espera que los volúmenes comerciales experimenten una ligera disminución del 0,3 por ciento en comparación con 2023. El sector de la acuicultura enfrenta desafíos de rentabilidad debido a los bajos los precios de los productos y los altos costos de producción, exacerbados por los precios persistentemente elevados de la harina y el aceite de pescado, que son insumos esenciales.

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