Imagen: Revista Puerto
La industria naval se opone a la incorporación de tres poteros usados
ARGENTINA
Sunday, June 04, 2023, 15:00 (GMT + 9)
La empresa Argamar solicitó autorización para importar tres buques construidos en 2014. El DNU de modernización de la flota pesquera permite incorporar poteros usados con menos de 20 años, pero se encuentra trabado porque seis astilleros han manifestado que pueden construirlos. La pesquera asegura que los astilleros no tienen experiencia y que su oposición pone en riesgo muchos puestos de empleo.
La empresa argentina de capitales chinos Argamar SA busca renovar su flota de poteros, ingresando tres barcos usados con 8 años de antigüedad, situación que contempla el Decreto de renovación de flota. A los fines de avanzar con la importación, comenzó a tramitar ante la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, el certificado de importación de bienes usados (CIBU). La Secretaría, cumpliendo con la norma vigente y aunque la respuesta no es vinculante, dio intervención a los astilleros consultando si esta importación afecta la producción local y seis astilleros aseguraron poder fabricar buques de esas características. Desde la empresa afirman que la normativa vigente los ampara, que los astilleros no tienen ninguna experiencia en materia de construcción de poteros y que se está generando un gran perjuicio a la empresa y al país porque se perdería “la generación de una gran cantidad de puestos de trabajo que en forma directa e indirecta se verían afectados”.

Foto: gentileza Pescare
Barcos de 50 años
En 2022 Argamar adquirió tres permisos de pesca que autorizan a capturar exclusivamente la especie calamar Illex y se encuentra tramitando ante la Subsecretaría de Pesca las transferencias y los cambios de titularidad a su favor, habiendo solicitando a su vez el reemplazo de los tres buques congeladores poteros salientes, Libertad de Mar; Dasa 508 y Orión 2, por los nuevos buques entrantes a incorporar: Hu Shun Yu 06, Hu Shun Yu 07 y Hu Shun Yu 08.
En relación a los buques salientes, aclaran que dos de ellos no se encontraban operativos desde hace varios años y el tercero esta sin operar desde 2022. Añaden que se trata de buques obsoletos y de una gran cantidad de años de uso desde que fueron construidos, alrededor de 50 años: El Orión 2 en 1973; el Dasa 508 en 1974 y el Libertad del Mar I en 1975.
Desde Argamar indicaron que la condición de sus buques motivó la solicitud ante las autoridades pesqueras de “el reemplazo de las tres unidades pesqueras por otros tres buques casi nuevos”. Las acciones comenzaron en febrero de este año con el ingreso de los buques en Astilleros Tandanor para cumplir con las exigencias de la Prefectura y en marzo comenzaron con los trámites de incorporación de los tres buques a la matrícula nacional.

Foto: gentileza Pescare
Decreto 145 y la oposición de los astilleros
La empresa ha señalado que su decisión de reemplazar los tres buques poteros obsoletos y de casi 50 años de antigüedad cuenta con el sustento del ordenamiento jurídico, en especial, el Decreto 145 de Modernización de la flota pesquera dictado en el año 2019.
Haciendo referencia a dicho decreto, indican que en el texto se realizó una «salvedad» particular en cuanto al reemplazo de buques cuando se trata de «Poteros Congeladores», permitiendo expresamente el reemplazo de buques por unidades «usadas» siempre que estas tengan menos de 20 años de antigüedad desde su construcción. Esta salvedad “fue aprobada por unanimidad, con el consenso y celebración por parte del sector de la industria naval argentina, incluyendo a los astilleros”, destacaron.
Pero tras ser consultado el sector naval, el Consejo Económico y Social de la Industria Naval expresó su “rechazo a tales ingresos ya que existe capacidad nacional de construcción de dichos bienes”. Seis astilleros han asegurado poder llevar adelante esta tarea, sostienen que solos o en cooperación con otros astilleros pueden construir embarcaciones de este tipo en un plazo que puede llegar hasta los 62 meses para las tres embarcaciones.
En su defensa, Argamar realiza una pormenorizada descripción de las actas del Consejo Federal Pesquero en lo referente a la política de expansión de la flota potera, considerada una herramienta de ocupación soberana de la plataforma marítima y tras afirmar que han “cumplido fielmente con los lineamientos y políticas pesqueras establecidas”, le indican a las autoridades que “esta circunstancia no puede ser desconocida ni privada de sus efectos por parte de los astilleros agrupados en las cámaras que representan a la industria naval argentina”.

Para la pesquera, la oposición de las cámaras y los astilleros “claramente demuestra un actuar contrario a la ley” y reprochan que han sido los propios astilleros “quienes han impulsado y logrado la regulación de los lineamientos para la modernización de la flota pesquera argentina”. Reforzando su postura citan el caso de la importación en 2017 de los barcos poteros usados Huyu 908; Huyu 961 y Huyu 962 que obtuvieron el certificado de importación a pesar de tener más años, desde su construcción, que los que intentan ingresar ellos.
“Ni España construye poteros”
La pesquera sostiene que no se ve afectada la capacidad de suministro local: “Más allá de reconocer las buenas intenciones por parte de los astilleros argentinos al afirmar que podrían construirlos, en la actualidad no cuentan con ningún precedente que demuestre haber construido un buque pesquero potero congelador con características similares, lo cual es un hecho innegable e irrefutable”.
«No coincidimos con la posición de los astilleros, quienes seguramente y sin duda alguna con buenas voluntades e intención y con el afán de querer sostener los puestos de trabajo, han indicado que cuentan con capacidad y disponibilidad de sus gradas para realizar la construcción de este tipo de buque”, señala el escrito de la empresa pesquera y agregan; “con el mayor de los respetos que me merecen, ninguno de los astilleros argentinos cuenta con la experiencia necesaria que la especialidad requiere para ejecutar estas obras de gran magnitud, pues en nuestro país jamás se ha construido un buque potero congelador».
Foto: Astilleros Contessi -->
“Con todo el respeto que nos merecen los astilleros nacionales, no han demostrado y, por el momento, no podrán demostrar el requisito de producir bienes con características de prestaciones técnicas similares, simplemente porque no los producen, a pesar de sus buenas intenciones y voluntades”, señala la pesquera y pone en duda que pudieran cumplir con los plazos previstos: “Tenemos conocimiento de que han experimentado demoras significativas en la construcción, llegando a tomar el doble o el triple del tiempo que afirman requerir para construir estos tres poteros. Por lo tanto, en la actualidad tampoco cumplirían con el requisito normativo de construirlos en un tiempo y forma razonable”.
En el escrito se presenta el caso del Astillero Contessi, por tener una amplia experiencia en la construcción, indicando que, pese a ello, “en toda su historia, construyeron hace algunos años su primer buque congelador tangonero de 39 metros de eslora, que fue adquirido por una empresa del mismo astillero”.
Para Argamar, el caso del Astillero Contessi demuestra que se requiere un proceso de conocimiento y experiencia para poder llevar a cabo estas construcciones de 71 metros y agregan como dato destacado que incluso España, “a pesar de su gran experiencia en la construcción de buques pesqueros que exporta a todo el mundo, incluyendo Argentina, nunca ha construido un buque potero congelador en su historia”. Asegurando a la vez que, "la experiencia y la competencia se encuentran en Asia, no solo por una cuestión de infraestructura, sino de experiencia específica en materia pesquera de esta especie”.
<-- Foto: Astilleros Contessi
Luego de presentar sus argumentos y a modo de conclusión han indicado desde Argamar: “El Estado Nacional, sea cual sea el área gubernamental que lo represente, debe respetar y hacer cumplir el ordenamiento jurídico vigente, evitando limitar o violar los derechos preexistentes ya reconocidos a los administrados en normas claras y precisas que incluso fueron consensuadas y celebradas por el mismo sector que hoy ha expresado su oposición en este expediente”.
La Secretaría de Industria deberá decidir ahora si otorga el certificado de importación a Argamar para que los tres buques puedan alistarse con miras a la próxima campaña de calamar, con la correspondiente incorporación de tripulantes o se obliga a construir en el país los tres buques, en un plazo como mínimo de cinco años y a riesgo, según ha expresado la pesquera, de que ninguna de las dos cosas suceda, es decir, que no se construyan los barcos ni se generen nuevos puestos de empleo.
Fuente: Revista Puerto
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