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Alarma por propuesta de cierre demersal
UNIÓN EUROPEA
Wednesday, June 29, 2022, 07:00 (GMT + 9)
Los representantes de la industria pesquera europea están haciendo sonar la alarma sobre la probabilidad de que los planes de la Comisión Europea cierren 94 áreas marinas en aguas francesas, españolas, portuguesas e irlandesas a todas las pesquerías de fondo.
La European Bottom Fishing Alliance (EBFA), que representa a más de 20.000 pescadores de mar y 7.000 embarcaciones europeas, ha criticado duramente el acto de ejecución del reglamento sobre el acceso a estas aguas presentado por la Comisión Europea al Consejo de la Unión Europea.
EBFA ha exigido la retirada de esta ley, en vista de las deficiencias reconocidas en la ciencia relevante, una clara falta de consulta adecuada, el hecho de que no hay una evaluación integral del impacto socioeconómico y no hay respaldo del Consejo.
Según el presidente de la EBFA, Ivan López van der Veen, la votación en el Consejo de Ministros Europeo resultó en el resultado extremadamente raro de ninguna mayoría calificada a favor o en contra del texto, dejando que la decisión la tome la Comisión.
"Muchos Estados miembros, algunos de los cuales ni siquiera se vieron directamente afectados por este acto de ejecución, decidieron abstenerse en protesta por la falta de consultas adecuadas en el proceso y la debilidad de las evaluaciones de impacto que acompañan a esta posible decisión", dijo.
“En vista de las reservas expresadas por los Estados miembros, sería particularmente sorprendente ver a la Comisión abrirse camino”, continuó, y advirtió que si estos cierres continúan, el resultado tendrá consecuencias dramáticas para todas las pesquerías europeas.
Sin compromiso, sin ambición
EBFA afirma que de los cuatro escenarios posibles propuestos por los científicos, la Comisión eligió el más restrictivo, proponiendo cerrar la pesca en caladeros tradicionales completos.
“Además, los científicos reconocieron que la capacidad de mapeo obsoleta utilizada en el asesoramiento científico puede sobreestimar la proporción del lecho marino donde se produce la pesca y están presentes los VME. Sin embargo, no hay compromiso público ni ambición por parte de la Comisión para resolver este problema de larga data”, dijo.
"Estas limitaciones no impiden que la Comisión cierre zonas de pesca enteras, incluso si no existen EMV o solo existen en una fracción de las mismas, descuidando y amplificando las enormes consecuencias socioeconómicas para los pescadores y la seguridad alimentaria".
Agregó que la Comisión descartó incluso la posibilidad de incluir áreas donde se ha determinado y mapeado mejor la existencia de EMV.
“Esta información no parece interesar a la Comisión a pesar de que la ciencia proviene de un proyecto financiado por la UE que tiene como objetivo proteger mejor la biodiversidad (programa LIFE) que contó con la participación de las partes interesadas, incluida la flota pesquera. Además, el acto de ejecución introducirá zonas de amortiguamiento que triplicarán la superficie de las áreas cerradas donde existen ecosistemas vulnerables sin una justificación clara de su necesidad.»
Otras artes de pesca, como los palangreros o los anzuelos, cuyos impactos, ya sean ambientales o socioeconómicos, cuando no se estudien, también se verán afectados por las vedas de forma muy desproporcionada.
“Estos barcos pesqueros se verán obligados a trasladarse de los caladeros tradicionales a otras áreas donde es posible que no existan las especies objetivo, lo que sin duda interrumpirá las operaciones de pesca. Algunas de estas flotas se verán afectadas por estos cierres hasta en un 75 % de sus capturas actuales sin ninguna evaluación previa del impacto socioeconómico».
Proceso apresurado
Según EBFA, existe sorpresa y alarma dentro del sector pesquero de que la Comisión Europea no haya llevado a cabo un proceso de consulta adecuado digno de ese nombre con todas las partes interesadas.
Si bien se han llevado a cabo discusiones y reuniones en los últimos años, EBFA afirma que la industria no tuvo la oportunidad de evaluar adecuadamente una propuesta presentada hace solo 14 días.
“El sector tiene un interés real en brindar retroalimentación útil, basada en datos y ciencia, pero eso necesita tiempo para lograrse, al igual que la Comisión tardó seis años en hacer esta propuesta”, dijo Iván López.
'EBFA no entiende por qué la Comisión decidió optar por el menor retraso posible desde la propuesta hasta la votación, dos semanas, cuando podrían haber proporcionado más tiempo para que las flotas afectadas y los Estados miembros estudien y propongan cambios en el plan. Ciertamente, la Comisión no es capaz de estar a la altura de los estándares de transparencia y debate abierto que exige con tanta fuerza de los demás”.
“Somos plenamente conscientes de que nuestra actividad impacta en el medio ambiente, como cualquier sistema de producción de alimentos. También entendemos y apoyamos la necesidad de cerrar áreas donde existen ecosistemas vulnerables como parte de una mejor protección del océano. Desafortunadamente, este no es el caso en esta implementación. Los caladeros tradicionales están cerrados a la pesca más allá de una necesidad real, solo para alcanzar objetivos políticos sin ningún beneficio real para la naturaleza y con enormes consecuencias para los pescadores y la seguridad alimentaria”, dijo.
Autor: Quentin Bates / FiskerForum | lea el artículo completo aquí
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