Ayelén Fortunato, gerente de ALFA CAPEAR
La motosierra que necesita la pesca: Ayelén Fortunato exige una desregulación real para salvar al sector fresquero
ARGENTINA
Wednesday, April 16, 2025, 19:00 (GMT + 9)
En diálogo con Revista Puerto, Ayelén Fortunato, gerente de ALFA CAPEAR, advierte sobre una caída del 30% en las descargas de pescado fresco y reclama una poda urgente del peso estatal sobre el sector productivo.
En una entrevista exclusiva con Revista Puerto, Ayelén Fortunato, gerente de ALFA CAPEAR, alertó sobre la grave crisis que atraviesa la flota fresquera en Mar del Plata, con una caída de entre el 25% y el 30% en las descargas de productos frescos, y reclamó avanzar con urgencia en una agenda de desregulación integral para recuperar competitividad y rentabilidad.
“Necesitamos reducir el peso del Estado sobre el productor para poder ser competitivos”, afirmó la dirigente empresaria, quien apuntó contra las regulaciones vigentes en distintos organismos públicos, incluyendo Prefectura, Aduana y el plan de manejo del langostino.
Una crisis sostenida que no encuentra respuesta
Fortunato aseguró que la situación del sector “no es nueva” y que desde hace tiempo vienen advirtiendo sobre el deterioro de la rentabilidad y la inactividad creciente de buques. “Los números no están dando. Las mareas se espacian, se acorta el tiempo de trabajo, y cada marea debe ser multiespecífica para que resulte rentable. Estamos igual o peor que antes”, lamentó.
El caso del langostino es paradigmático. Según Fortunato, el actual plan de manejo está generando costos operativos imposibles de sostener, con limitaciones en los puertos de descarga, restricciones horarias, velocidades obligatorias y sanciones por incumplimientos administrativos, todo lo cual se traduce en mayor consumo de combustible y menos eficiencia.
“No puedo gastar más combustible porque alguien lo decidió en un escritorio”, sentenció.
Una desregulación urgente y multisectorial
Desde ALFA CAPEAR impulsan una agenda clara: desregular para producir. No se trata solo del plan de manejo del langostino, sino de revisar profundamente el entramado burocrático que rodea al sector: feriados que encarecen los costos laborales, controles redundantes, organismos superpuestos. “Con un solo cambio no alcanza, pero un conjunto de medidas puede devolvernos la competitividad”, explicó.
A pesar del reciente alivio cambiario, que calificó como un “guiño” para los exportadores, Fortunato fue clara: “El tiempo se agota. Esta crisis no es por falta de recursos ni de capacidad, es por un modelo que asfixia al productor. Necesitamos que la motosierra también pase por la regulación”.
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