Foto: Revista Puerto/FIS
Langostino argentino enfrenta una temporada desafiante ante mercados estancados
ARGENTINA
Tuesday, January 21, 2025, 00:20 (GMT + 9)
El año comenzó con cámaras frigoríficas abarrotadas de mercadería sin vender y precios iguales o incluso inferiores a los de la zafra anterior.
Las tallas pequeñas, en particular, presentan grandes dificultades de comercialización, comenta Nelson Saldivia para Revista Puerto.
A casi 80 días del inicio de la temporada de pesca de langostino en aguas de Chubut, el sector manifiesta preocupación ante una dinámica comercial que no cumple con las expectativas. Aunque la zafra podría cerrar con un récord de capturas, esto no se traduce en bonanza económica, ya que la demanda internacional de Pleoticus muelleri sigue deprimida, salvo en nichos específicos, y los precios permanecen estancados o a la baja.
El langostino de talla L1 continúa atrayendo compradores gracias a su calidad única, sin competencia en el mercado. Las tallas L1 y L2 encuentran cierta salida, pero las más pequeñas, como L3 y L4, son difíciles de colocar y solo se venden a precios muy bajos. La industria pesquera argentina, sin capacidad para formar precios, enfrenta un panorama en el que los mercados no muestran signos de recuperación.
Expectativas no cumplidas
La temporada comenzó en noviembre con altos volúmenes y excelente calidad, lo que activó la cadena productiva con la esperanza de que los mercados internacionales repuntaran hacia finales de año. Sin embargo, ese aumento en la demanda no ocurrió, generando una creciente preocupación en el sector.
Empresas consultadas señalan que los clientes chinos han dejado de adquirir langostino salvaje patagónico, un mercado que ha desaparecido del radar. En general, el interés por productos de Pleoticus muelleri es mínimo.
Factores que inciden en la demanda
Uno de los principales factores detrás de este comportamiento es la creciente producción de langostino de cultivo (vannamei), que supera los 1,2 millones de toneladas. Aunque se trate de productos distintos, ambos terminan en las mismas góndolas, con el vannamei ofertado a precios considerablemente inferiores.
Particularmente en las tallas L3 y L4, el vannamei actúa como un sustituto. El consumidor de estas tallas prioriza el precio sobre la calidad, dejando a la pesca argentina en una posición competitiva desfavorable debido a los altos costos de producción. Las empresas acumulan grandes cantidades de langostino L3 y L4 en cámaras de frío, enfrentando serias dificultades para comercializarlo con rentabilidad.
Parada biológica sin impacto significativo
La reciente suspensión de operaciones de la flota de Rawson durante siete días tuvo un efecto limitado. Antes de la pausa, predominaban las capturas de L3 y L4, y tras la reanudación, las tallas pequeñas continuaron siendo las más frecuentes. Con las plantas procesadoras saturadas de stock, estas tallas pierden cada vez más interés, lo que presiona aún más los precios a la baja.

Un escenario complejo para el sector
La temporada de pesca en aguas de Chubut resulta atípica, no por la falta de recursos, sino por factores económicos y comerciales adversos. A pesar de que las cifras finales podrían reflejar un récord en capturas, esto no representa la realidad del sector, que enfrenta severas dificultades.
Competitividad afectada por factores macroeconómicos
La pesca argentina sufre graves problemas de competitividad debido a la elevada presión fiscal. Los Derechos de Exportación, junto con el aumento del Derecho Único de Extracción (DUE) a partir del 1 de enero, encarecen las operaciones. Además, los exportadores deben pagar aranceles para ingresar productos en la Unión Europea.

Gambón ultracongelado en alta-mar, 1ª calidad
A esto se suma el impacto de los costos dolarizados de producción y un tipo de cambio anclado, lo que configura un escenario especialmente complicado para competir en los exigentes mercados internacionales.
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